Proyecciones económicas y de las empresas para 2022
Publicado en: De interés el 25 octubre, 2021
La economía chilena se ha visto fuertemente impactada por las consecuencias que conlleva la pandemia, la crisis social y el proceso político que se lleva en nuestro país, trayendo incertidumbre, y por ende pausando y complicando el escenario de muchos negocios y proyectos.
Desde el Fondo Monetario Internacional estiman que la economía chilena crecerá un 11% este año, muy por encima del 6,5% que se estimaba durante abril, “influenciado especialmente por la violenta crecida del consumo por el aumento de la liquidez, y la comparación con la tasa de 2020 que fue negativa”, dice Nemo Castelli, uno de los directores de Integral Chile. En tanto, las proyecciones para la economía chilena en 2022 están en un rango de crecimiento 1,5% a 2,0% anual, mientras que el Banco Central en su informe IPOM de Septiembre estimó un rango algo más amplio entre 1,5 y 2,5% anual.
“El comportamiento económico de 2022 estará afectado por un alto nivel de incertidumbre, alto riesgo que continúen las presiones inflacionarias, aumento de tasas de interés, mayor costo del financiamiento, muy baja tasa de inversión y los efectos negativos que esta situación genera en el mercado laboral”, cuenta Nemo Castelli.
Comportamiento del PIB
El PIB nacional – a nivel latinoamericano- liderará en repunte, superando por más de cinco puntos el desempeño general en 2021.
“Con certeza la tasa de crecimiento del PIB de 2022 será menor que 2021 y bastante menor que en los años anteriores a 2019”, dice Castelli. Y es que las condiciones de la economía han cambiado significativamente, con un alto grado de inestabilidad del país debido a la incertidumbre por las elecciones presidenciales y legislativas, el proceso para una nueva constitución, los posibles cambios conceptuales, institucionales y estructurales en la sociedad que pueden modificar el entorno, la reglamentación y normas vigentes.
Los efectos de esta inestabilidad en la economía ya están presentes y se proyectan para 2022, con una mayor inflación, mayor costo financiero, deterioro del mercado de capitales, menor inversión ya que los inversionistas detienen sus proyectos en espera de conocer las nuevas condiciones y el consumo no puede seguir a los niveles actuales porque no es sostenible en el tiempo el actual nivel de liquidez, lo que genera menor demanda y sus efectos negativos en la actividad y en el empleo.
Nemo Castelli, proyecta que “es muy probable en el próximo año tener una situación económica deteriorada respecto a la actual, con una tasa de crecimiento muy reducida, paralización y/o postergación de inversiones, menor demanda de empleo y seguramente una reducción importante del consumo respecto a lo ocurrido respecto a 2021”.
Empresas de cara al 2022
La baja del PIB se atribuye como consecuencia de una menor actividad económica del país, provocada por una menor demanda interna, dificultades para acceder al mercado externo, pérdida de competitividad en el mercado externo por aumento de costos, disminución de la inversión por desconfianza o incertezas de los inversionistas y dificultades de financiamiento del presupuesto fiscal para generar directamente mayor actividad a la economía.
Si el PIB se mantiene a la baja los efectos directos en las empresas serán una menor actividad, desincentivo a invertir y reducción de su operación.
Tiendo esto en cuenta, el Director de Integral Chile, recomienda que “tomando en consideración el alto nivel de incertidumbre, es esencial que los empresarios sean extremadamente realistas al analizar su estado de situación, estimar un nivel de actividad de su empresa compatible con las proyecciones de su sector y de la economía, optimizar procesos, buscar una mayor productividad, minimizar los gastos fijos y muy importante lograr un financiamiento que se adecúe con la rentabilidad y capacidad de pago de su negocio”. Considerando además, los posibles cambios tributarios, un alza en el valor del dólar y mayor valor de materias primas importadas, provocado por el aumento de la inflación internacional.
Inversiones
Como efecto inmediato a la situación económica, política y sanitaria es la de menor inversión; los inversionistas como dice Castelli, “esperan estabilidad de normas y regulaciones, disponer de condiciones para trabajar estables en largo plazo y compatibles en costos con el mercado internacional, un adecuado nivel de seguridad, un estado de derecho cierto y ordenado, y algunos incentivos que destaquen al país en comparación con otras alternativas.”
Además, es importante considerar otras consecuencias del escenario actual y que perciben los inversionistas y su proyección para 2022: Deterioro de las fortalezas de la economía chilena, pérdida de la disciplina fiscal, riesgos de una concentración del poder sin contrapesos e incerteza de las normas regulatorias especialmente tributarias, laborales y costos.
Medidas económicas para enfrentar la crisis
Son varios los rubros y empresas afectados por la crisis económica que desembocó de la sanitaria, y si bien se han dado ayudas importantes por parte del Estado lo que actualmente se necesitan son “acuerdos políticos para definir certezas regulatorias y estabilidad legal a los actores económicos principalmente inversionistas, incentivar la inversión tanto por la vía tributaria como simplificando trámites y permisos, incentivar la actividad con nuevas concesiones y destrabar proyectos de inversión que estén en trámite” destaca Nemo Castelli.
Considerando también, que ante una posible recesión, “el Banco Central deberá actuar generando incentivos monetarios y financieros, reduciendo las tasas de interés e otorgando mayor liquidez a la economía, como ocurrió durante el año 2020 durante la pandemia”, recuerda Castelli.